miércoles, 22 de agosto de 2018

NORAH BORGES, la humildad


NORAH BORGES, en realidad Leonor Fanny Borges, comenzò a desarrollar su creatividad a traves de las letras. Entre 1912 y 1915 publicò 8 poemas, entre Buenos Aires y Ginebra, para componer un librito familiar, al que llamò Notas Lejanas,  y que ilustrò con dibujos a tinta y color. Fue su primer creaciòn artìstica y quien hizo el pròlogo fue su  hermano, Jorge Luis Borges. Muchos años más tarde, los coleccionistas buscaban con afán esa joya, nò por las ilustraciones y poemas de Norah, sino por ser el primer pròlogo del gran escritor y ensayista argentino.  Cosas que tiene la vida.

Su nombre, Norah, fue el que le atribuyò su  hermano y para siempre fue reconocida por èl, los otros quedaron para documentos y casamiento.  Y fue èl precisamente, quien diò la primer descripciòn que de ella tenemos; dijo: " En todos nuestros juegos, era ella el caudillo, yo el rezagado, el tìmido, el sumiso. Ella subìa a la azotea, trepaba a los àrboles y a los cerros,  yo la seguìa con menos entusiasmo que miedo".-
En 1915 viaja a Suiza con su familia, buscando soluciòn para la salud de su padre, con serios problemas oftalmológicos que luego heredaria su hermano Jorge Luis. Inicia sus estudios en Ginebra, luego en España; en Palma de Mallorca y luego en Sevilla y Madrid. Participa del movimiento Ultraista, literario por definiciòn, que intentaba ser una reacciòn al Modernismo y a la Generaciòn del 98 y que, justamente, se desarrolló principalmente, en España y en Argentina.-  Colaborò con sus dibujos en las  revistas insignia del movimiento: "Grecia", "Ultra" y "Reflector". En 1928 se casa con uno de los lìderes del Ultraismo, Guillermo de la Torre.
De su maestro de pintura en Ginebra, Maurice Sarkissoff,  recibiò un gran consejo: "pinte sola, abandone la mala influencia de las Academias"...



Aùn recibiendo de primera mano la influencia de las vanguardias de su època,  Norah fue siempre más fiel a sì misma que a la aceptaciòn de premisas o tendencias pictòricas. Obviamente no fue insensible a ellas, pero supo graduar su influencia tamizandola a traves de su propia visiòn del arte y la realidad.
Por eso quizás lo que trasmiten sus obras, desde su suave colorido y luminosidad, es la bondad  y la amabilidad del mundo en que deseaba vivir: " el mundo del cuadro debe ser otro mundo pequeño y màs perfecto - los personajes felices, con ropas flamantes,  las caras y el cielo recièn pintados - y el verano como estaciòn perenne".





Existe un tono naif en sus obras, la suavidad de los trazos, las redondeces de las figuras y las escenas nos sugieren inocencia, hasta cierta ingenuidad. Pero cuando observamos los ojos de sus figuras,  creemos ver un  mundo interior que se traduce en la tristeza de las miradas,  como buscando un sueño que no alcanza o simplemente, como ella misma lo dijo:  "su deseo no era la fama, pues se contentaba simplemente tomando te y comiendo pan con manteca en una reuniòn con sus amigas".
No podemos afirmar más que lo  que ella misma expresò, pero cierto es que siempre FUE, en relaciòn a los demás: la hermana de Jorge Luis Borges; la esposa de Guillermo de la Torre, la amiga de Silvina Ocampo. Y esa existencia referencial a figuras que aparentemente la trascendian en importancia y notoriedad, puede haber sido lo que motivò la modestia, la humildad que trasmiten sus obras.  No obstante en la realidad fue una gran trabajadora, y se destacò como ilustradora de libros de grandes figuras como Garcìa Lorca,  Juan Ramón Jiménez, las portadas de los primeros libros de su  hermano,  las obras de Norah Lange, de Eduardo Mallea.
Como el que sigue, para el cuento de Julio Cortázar, "Casa Tomada", publicado en la revista Anales de Buenos Aires:



O el publicado en el primer ejemplar de la revista Proa:



O el que ilustra "La invenciòn de Morel", de Jorge Luis Borges:



Su creatividad no encontraba reparo en diversos proyectos como diseñar escenografias, decorados y vestuario para obras de teatro,  vidrieras y  ornamentaciones publicitarias para  editoriales y revistas.
Pero no buscò la fama, y si ésta la rozò, no dejó las huellas que quizás otros buscaban o esperaban.
Amó la sencillez, la diafanidad y pasada la efervescencia de los años 20, encontrò en su familia y amigos, el remanso para canalizar la veta artìstica que nunca la abandonò, pero sin estridencias.






Norah consiguiò trabajar durante más de 40 años sin ser molestada, se alejò de los medios, pintaba en su casa y luego regalaba sus pinturas a amigos y conocidos, mostrando asì su voluntad de alejarse de la vida pùblica, eligiendo  la privacidad, en un obstinado silencio que no era más que la expresiòn del deseo de desaparecer no en la gloria, como fue el destino de su  hermano, sino en la humilde aspiraciòn de que sus obras se conocieran sin que la referenciaran a ella, la que siempre fue referencia de alguien más.
Genio y figura de una vida que finalizò el 20 de julio de 1989, en Buenos Aires.



                                           Norah Borges
                                                                (1901 - 1989)

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