lunes, 2 de abril de 2018

TARSILA AMARAL, la brasilidad


La historia personal y artìstica de Tarsila Amaral la ubicò,  cronológicamente,  en medio de corrientes y movimientos que ella logrò amalgamar magistralmente,  imprimiendole el sello de su vena creadora como asì tambièn el impulso portentoso del arte brasileño.
En Latinoamérica, conquistadores y colonizadores impusieron su estructura econòmica, polìtica, ideológica y hasta religiosa (Iglesia Católica principalmente). De ese modo, tanto los paises que nacieron a la vida independiente en el siglo XIX como en el XX, desarrollaron su vida espiritual, su pensamiento social y tambièn el arte, bajo la directa influencia europea.
El tiempo trajo, inexorablemente, el deseo de los pueblos latinoamericanos, de liberarse de esa influencia para desarrollar una identidad nacional basado en  su realidad y  sus ricas tradiciones.
La frase del poeta cubano José Martì, describe exactamente lo que sucedìa en aquella América en bùsqueda de su propia voz, de su propio arte:
  "Toda obra nuestra, de nuestra América robusta, tendrá, pues, inevitablemente el sello de la civilizaciòn conquistadora; pero la mejorará, adelantará y asombrará con la energia y creador empuje de un pueblo en esencia distinto, superior en nobles ambiciones, y si herido, no muerto. Ya Vive!!".

En ese contexto fermental de fines del siglo XIX naciò Tarsila en el seno de una rica familia terrateniente de Sao Paulo, en el año 1886. Recibiò la educaciòn clásica de las jovenes pudientes de aquellos años: clases de piano, escultura y dibujo. Luego de los primeros estudios en el Colegio Sion de Sao Paulo, viaja a Barcelona lugar en donde realiza su primer trabajo como pintora, el Sagrado Corazòn de Jesùs, en el año 1904.




En él ya podemos reconocer algunos trazos de lo que serán sus pinturas posteriores, sobre todo en el cromatismo: el azul intenso del fondo, el amarillo de la aureola, el rojo del manto y el corazòn. No se perciben rastros del pincel, es un Cristo idealizado y clarìsimo en la pureza de los colores, en la simplicidad de sus lìneas.
Por aquellos años se casa con su novio, André Teixeira, del que poco despues se divorcia ante la imposibilidad de continuar desarrollando su arte por la férrea oposición del esposo, un tradicionalista que pensaba que el lugar de la mujer, era el hogar y los hijos. De este matrimonio nace Dulce, su ùnica hija.
Prosigue sus estudios de pintura y en 1920 y frecuenta la famosa Academia Julian y  la de Emile Renard.
En 1922 regresa a Brasil y a traves de la pintora Anita Malfatti, se vincula el llamado "grupo de los cinco", integrado por Oswald de Andrade, Mario de Andrade y Menotti Del Picchia, agitadores culturales en reuniones, fiestas y conferencias, contribuyentes de la movida intelectual de la época.
En 1923 viaja a Europa y se  uniò a Oswald de Andrade. En Parìs estudia con importantes artistas exponentes del Cubismo, corriente imperante por aquellos años.  Conociò a Pablo Picasso y fue amiga y alumna  de Fernand Léger, gran maestro del cubismo, de quien Tarsila recibiò la técnica que traducirìa en su obra posterior.
Fueron varias las estadias de Tarsila en Paris, siempre contactándose con varios maestros de la pintura de la época, pero tambien ligada a artistas brasileños, como Di Cavalcanti, Villa Lobos y otros que buscaban aprendizajes en Europa.
De aquellos años - 1923 precisamente - es  un hermoso autorretrato que registra el episodio de su llegada a una cena en honor a Santos Dumont en Paris. Llegó Tarsila vestida en un fulgurante traje rojo que impactó a los concurrentes.



De 1924 es su cuadro "Morro da Favela"



En él, continùa Tarsila mostrando su exuberante paleta de colores y pone ante el observador de la època a la parte más excluida de la sociedad brasileña: la de las favelas, pero a pesar de su caracter de denuncia, la escena trasmite paz y serenidad, transformando a la favela en un lugar casi idìlico, como casi todo lo que la pintora logrará trasmitir a traves de su obra.
La Gran Depresiòn de 1929 afecta la fortuna familiar, pierden sus plantaciones de café y casi todas sus antiguas riquezas.  En ese mismo año se separa de De Andrade, y en 1930 trabaja por breve lapso en la Pinacoteca del Estado de Sao Paulo, del cual es despedida poco después.
En 1931, ya casada con el psiquiatra Cèsar Osorio, viaja a Rusia y desde allí comenzará a construir una nueva identidad polìtica y social, una nueva mirada desde la izquierda.
Se divorcia de Osorio y se casa con el joven Luiz Martins.
Sus últimos años de vida no fueron fáciles; como resultado de una mala praxis queda sin poder caminar y en 1966 fallece su ùnica hija, quedando profundamente devastada.

Este intento de "ordenar" su vida cronológicamente, es en funciòn de las obras que veremos a continuaciòn y de señalar los momentos en que la misma fue la expresiòn y exponente de una corriente artìstica que naciò de la mano de Oswald de Andrade y de la Revista "Antropofagia", sobre lo que hablaremos más extensamente en otra entrada del Blog, porque realmente lo merece.

En el año 1922 se lleva a cabo en Sao Paulo, la Semana del Arte Moderno, respuesta de un grupo de intelectuales y artistas - que habian realizado su formaciòn en Europa - y cuya propuesta marcò un hito en la construcciòn de la modernidad y de la identidad nacional en los paìses de America Latina.
Tarsila estaba en pleno proceso de bùsqueda de sus raìces, impulsada por el afán de traducir en sus obras el concepto de la "brasilidad".  Estos son años de quiebres y construcciones, fruto de todo el bagaje adquirido en Europa, de sus Maestros parisinos, del cubismo, del impresionismo y de toda su bùsqueda de un nuevo lenguaje pictòrico que identifique a su paìs y a América.-


Y allí estaba Oswald de Andrade con la misma inquietud y la misma bùsqueda, dando como resultado la parte más importante de la producciòn de ambos, sobre todo en el periodo que va de 1923 a 1925.
En el año 1924, Tarsila y Oswald acompañaron al poeta surrealista Blaise Cendrars en un viaje por las ciudades històricas de Minas Gerais. Del impacto visual y cromático de ese viaje al interior de su paìs, surge el periodo Pau Brasil en la pintura de Tarsila y produce el Manifiesto escrito por de Andrade.

Veamos tres de los cuadros más representativos de este periodo:




"Carnaval en Madureira", asì se llama este cuadro en que Tarsila trae de Parìs a la Torre Eiffel y la instala en el centro  de un escenario tìpico de su paìs.  La técnica es cubista con presencia de colores "caipiras", los rosas y celestes que estarán presentes en la mayorìa de su obra. Son colores frecuentes en las fachadas e interiores de las casas de los pueblos del interior brasileño y que Tarsila busca rescatar para su propòsito.




"La Estaciòn Central de Brasil", introduce el tema urbano en sus cuadros bajo la influencia de sus  Maestros parisinos, pero sin abandonar el tono local y los colores que serian distintivos en sus cuadros.




En 1925 está fechado el cuadro "Palmeiras", en donde ya advertimos su alejamiento de lo real a pesar de todos los elementos referenciales que lo pueblan: casas tipicas de las haciendas de su niñez, palmeras, vìas férreas, montañas y verdor. Hay un claro propòsito de austeridad elegido desde la libertad, irreal y mágica en su propuesta simple y fuerte a la vez.
"Sao Paulo",  en donde la pintora capta lo más emblemático del paisaje tìpico de la moderna ciudad de Sao Paulo, una descripciòn urbana con la misma austeridad de "Palmeiras" , el mismo despojamiento y cromatismo "caipira".
Tambìen de este periodo "Pau Brasil" son las siguientes:





                                                                                            "La Feria"

                                                                                                 "La Postal" 

"Pescador"

Toda la enorme diversidad de su paìs, tanto en escenarios rurales como urbanos, escenas simples del pueblo o de ciudades industrializadas, van quedando plasmadas en obras de colores muy singulares, en donde todo lo propio se conjuga con los aprendido.
De esta época es - imposible no incluirla - su famoso cuadro "La negra", en donde Tarsila focaliza todo el interés del cuadro en esta imagen de su niñez de hacienda cafetera,  cuidada por niñeras negras.
El gigantismo de la figura puede obedecer a su  memoria de niña pequeña ante aquellas matronas protectoras, pero tambièn las lineas bien demarcadas de la figura, su postura y perspectivas, más las lìneas de colores de fondo, son tributo al cubismo europeo, pero amasado con su propia percepciòn al momento de redondear el cuerpo, destacar los labios y los ojos,  el seno en primer plano.
 Síntesis y afirmaciòn.




Pero debemos llegar a la obra que marcò otra  etapa de su creaciòn y el verdadero quiebre con su formaciòn académica europea:  "Abapuro", de 1928.-

El 11 de enero de 1928, por el cumpleaños de Oswald de Andrade, le regala ese lienzo. En la lengua de los tupi-guaraníes,  "aba puru" significa "hombre que come  hombre". El poeta decide sea esa la imagen que ilustre la ediciòn de la revista "Antropofagia" en que se publica su Manifiesto de poesia, en que decia:

 “El estado de inocencia sustituyendo al estado de gracia que puede ser una actitud de espíritu. El contrapeso de la originalidad nativa para inutilizar la adhesión académica."

Se formalizan asì los postulados que regian el Movimiento antropofòbico:  conciente olvido del colonialismo, del academicismo para focalizar la memoria en las  fuentes de la costumbre, propiciando  la experiencia personal renovada,   inserta en las raices, en la peripecia del mismo pueblo brasileño.  El acto de antropofagia consistìa en la "degluciòn" de la cultura europea para transformarla y permitir que resurjiera la cultura brasileña en sus formas y colores.

Con "Abapuru", Tarsila permite que se asomen sus sueños, su inconciente, las imágenes  y tradiciones populares, los viejos cuentos, los relatos fantásticos, los personajes miticos, la naturaleza exhuberante y colorida de su paìs. Estos escenarios surrealistas no son obra de una total casualidad. En Europa el Impresionismo  habia extendido su influencia y llegaba a América, encontrando en Tarsila una receptora  de todo aquello que le permitiera enriquecer sus fines estèticos.  En el lienzo observamos a un hombre de grandes proporciones, enormes pies y mano, con una pequeña cabeza;  un cactus y sobre él un Sol. Podemos interpretar que esas desproporcionadas dimensiones representan el enorme esfuerzo fìsico del trabajador, el sacrificio de sus manos, pero tambièn la desproporciòn entre este esfuerzo fìsico enorme y la falta de un pensamiento crítico; del hombre que trabaja mucho pero piensa poco.


La imagen total nos trasmite cierta tristeza - la cabeza reclinada parece asì sugerirlo - y el pie grande su total aferramiento y afincamiento a la tierra, a lo material.
Los colores son los de la pintora por elecciòn, las tonalidades "caipiras", y clara alusiòn a los colores de la bandera brasileña; el verde y el amarillo .


Las que siguen son otras obras que comparten estas caracterìsticas, la mayorìa de 1928:



                                                                  "Antropofagia"
                                                              "Sol Poniente"



El lago

Manacá

Luego vendrán los años difìciles de la mano de la Gran Depresiòn de 1929 y el fin de su relaciòn con De Andrade.  No sòlo pierde su hacienda sino que  debe vender varias de sus obras para costear los gastos de un viaje a Rusia, en compañía de Luiz Martìn, un jòven psiquiatra que pronto será su pareja sentimental.

En Junio de 1931 expone en Moscù en el Museo de Artes Occidentales que le compra el lienzo "El Pescador". Luego de un viaje prolongado por Europa  y hasta Jerusalém, regresa a su paìs.
Allí las cosas no están bien, hay convulsiòn social y polìtica. En 1933 viaja a Montevideo, Uruguay,  para una reuniòn del Comité contra la Guerra Imperialista. En esa oportunidad da una conferencia llamada "La mujer en la lucha contra la guerra".  

Pinta obras con fuerte contenido social, como "Operarios"  y "Segunda Clase":


Sus últimos años son de retrospectiva y reconocimiento de su obra, pero fuertes y hondas pèrdidas como la muerte de su hija en 1966 y el verse imposibilitada de caminar.-
Fallece en Sao Paulo el 17 de enero de 1973.-

                                                                    "Autorretrato"



                                                                  Tarsila Amaral