martes, 27 de marzo de 2018

JAMES ENSOR, el visionario



Fue James Ensor un precursor del arte moderno, uno de los artistas más controvertidos y originales de su època.
Tanto para el Impresionismo como para el Expresionismo, 
su obra tuvo aportes decisivos.
Nacio en 1860 en Ostende, ciudad belga sobre el Mar del Norte y falleciò el 19 de noviembre de 1949, en la misma ciudad.

1860- 1949,  a horcajadas entre la ùltima mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, su vida tuvo de telón de fondo, una de las épocas más turbulentas de la historia europea.
La segunda revoluciòn industrial está en marcha en Europa a finales del siglo XIX.  Los capitales fluyen hacia la industria desde la iniciativa privada o con el decidido apoyo de los Estados.  El carbòn y el acero comienzan a ser sustituidos por el aluminio y el petròleo, comienzan a volar los primeros aeroplanos y a andar los automòviles, los obreros de la primera revoluciòn industrial comienzan a organizarse y cambian las relaciones laborales, la bicicleta cambia hàbitos sociales y en Paris, las mujeres comienzan a usar el pantalón para escándalo de los tradicionalistas.

Esta nueva revoluciòn industrial impulsa la creaciòn de nuevos imperios, y las viejas potencias decadentes (Rusia, Portugal, España y tambièn Inglaterra, aunque con resistencia!)deben dejar paso a naciones más pujantes e industrializadas.  La fuerza pasò a ser el mejor argumento de convicciòn entre las naciones.
Epoca de quiebres, de conflictos larvados prontos a eclosionar;  años de descreimiento, de frustraciones sociales y desesperanzas personales.-
Ese fue el contexto històrico social de James Ensor.
A nivel familiar, contò con el apoyo de su padre, Frederic James Ensor, cuando se inclinò hacia el arte, luego de abandonar el colegio. Tuvo un maestro acuarelista y más tarde fue enviado a una Academia de Arte en Bruselas, pero las normas y reglamentos no iban con su temperamento. De regreso a Ostende, instala un pequeño taller en la buhardilla de su casa y allí inicia una carrera artìstica tan sorprendente que lo coloca junto a figuras como las de Van Gogh y Gauguin.
En el intento de ordenar su creaciòn pictòrica, se puede decir que primeramente pasò por una etapa que podrìa llamarse "oscura", muy semejante a Manet, del que desconocìa todo. El realismo es lo que resalta de esa etapa.   Luego un cambio bastante radical, pone luminosidad a sus paisajes y figuras, algunos autorretratos que lo emparentan con Rembrandt.  Poco a poco su pintura se vuelve más intimista y el paso siguiente será una fantasìa sin límites.  Es en este momento cuando empieza el desconcierto de la crìtica de su època, profundiza su caracter burlón, oscilando entre lo trágico y lo cómico,  bajo la presencia obsesiva de la Muerte en sus cuadros.
Su juventud y parte de su  madurez fue de incomprensiòn para con su arte, cuando llegaron los laureles a coronar su obra, el momento de plenitud ya  habia pasado, las energias habian menguado y la rebeldia y el sarcasmo irreverente se habian apaciguado.

Los invito a entrar en el clima artìstico y emocional de James Ensor, a traves de sus grabados, de los que fue un eximio ejecutante.  Màs de los 133 grabados de su autoria fueron producidos entre 1886 y 1891, y la fascinaciòn que le producìa esa técnica, fue expresada en estas, sus propias palabras:
" Temo la fragilidad de la pintura, expuesta al crimen de la restauración, y a la calumnia de las reproducciones. Quiero sobrevivir, poder hablar a la gente del futuro por mucho tiempo. Pienso en sólidas chapas de cobre, en tintas perdurables, de fácil producción, en impresiones fieles, y estoy adoptando el grabado como una forma de expresión."





Su siempre presente preocupaciòn por la fatalidad, lo tenebroso y la insensatez humana, se manifiestan en esta producciòn de grabados.
Pero antes, a mediados de los años 1880, se habia sentido tentado por el colorido de los impresionistas y la imagenerìa grotesca de Brueghel y el Bosco, dedicándose a desarrollar temas  y estilos vanguardistas,siendo realmente  un precursor de esas tendencias. 








No olvidemos que la vanguardia no es un fenómeno que se agote en lo artìstico, sino que tiene sus vertientes sociales, políticas y econòmicas, todos aspectos exacerbados en los años de juventud y madurez de Ensor, en la Europa de fines del siglo XIX e inicio del XX.  En Bélgica, Ensor fue quien reflejò sin concesiones a una sociedad decadente y desiquilibrada, y dijo en sus cuadros lo que nadie se animaba a decir.


                                                                
                                                               The Skeleton Painter

Es en esta heterogeneidad de estilos en donde Ensor encuentra un elemento que le será ùtil  herramienta expresiva por su versatilidad: la Máscara. 
El mismo nos lo dice: "Me he confinado alegremente en ese ámbito solitario donde impera la máscara, hecha de violencia, de luz y de esplendor. La máscara me dice: lozanìa de tono, expresiòn aguzada, decoraciòn suntuosa, grandes gestos inesperados, movimientos desordenados, exquisita turbulencia".-




                                                           Anciana con máscara - 1896

Obviamente Ensor fue excluido por sus contemporáneos,  por "poco usual" y agresivo.
La hipocresia, la desastrosa vida polìtica y la degradada sociedad en la cual creciò y creò sus obras, fueron los impulsores que forjaron una paleta de colores fuertes y trazos intensos de un pincel que dejaba huella en las telas, en espasmos de rebeldìa y hastìo. Demasiado fuerte para los hipòcritas que llevaban adelante a Europa hacia el abuso del poder, la miseria y el caos que desencadenarìa la Primera Guerra Mundial.

Y les dijo  la verdad:   todos utilizamos máscaras, y lo hacemos cuando ocultamos nuestras emociones, nuestra verdad y nuestros deseos, y la decadencia es total cuando ya  no distinguimos nuestro verdadero rostro de las máscaras con que lo cubrimos.





En 1889 da a conocer su obra cumbre: "La entrada de Cristo a Bruselas", en la que sintetiza el gran drama de la vida de Ensor: el no haber sido reconocido como Artista. Y si bien era ateo, toma el ejemplo de la figura de Cristo entrando a la ciudad, para señalar las similitudes que encuentra con su deseo de entrar a Bruselas como artista reconocido, no como Salvador, sino como lo un pintor aceptado y valorado por sus conciudadanos.


El tema del cuadro es una manifestaciòn callejera, algo similar a un desfile en honor de un héroe que regresa cargado de gloria. Vemos el frenesì de los rostros entusiastas, todos ocupados en sus locuras y devarìos. En primer plano aparece una banda con  un tambor, pero nadie parece escuchar ni marchar a su ritmo, el tránsito de la multitud es caòtico, colorido, estridente.
Los colores son fuertes y llamativos, multitud de rostros ocupan la superficie del cuadro que hoy ocupa todo un muro en el Museo Getty de Malibù, California.
Pero de pronto caemos en la cuenta: dónde está Cristo en medio de esa confusa mutitud?  No deberìa ir al frente, encabezando el desfile??  Entonces comenzamos a buscarlo entre esa profusiòn de rostros, y luego de mucho buscar, aparece el Redentor en un segundo plano, en el centro y un poco a la izquierda, casi perdido en medio de un grupo de juerguistas que amenazan con aplastarlo.
Ensor abandona la simbologìa bìblica en este instante, la tradiciòn deja de ser observada y la figura de Cristo llegando a Bruselas debe competir contra la multitud de distracciones de la sociedad moderna.  En la pintura de Ensor, entre la muchedumbre no hay un alma que preste la más mínima atenciòn a quién pudiera ser su salvador.
La imagen tiene una fuerza premonitoria descollante, conmovedora y escalofriante.  Nos está adelantando la gran pregunta de las sociedades de aquel entonces, pero tambièn de ésta:  ¿ es posible el liderazgo en los complejos sistemas modernos o se ha convertido el liderazgo democrático en una simple contradicciòn verbal?  Ensor comprendiò que el caos social estaba a la vuelta de la esquina, que lo que se gestaba en Europa era demasiado grande, que la tendencia destructora estaba germinando en esa multitud y fructificarìa en 1914, en los espasmos de muerte de la Segunda Guerra Mundial.  Entonces, el pintor que no era reconocido por la crítica, se convierte en un augur que los supera y les está diciendo, advirtiendo de un peligro mucho mayor que el desprecio hacia su obra.
Muy fuerte, de verdad!

"La entrada de Cristo en Bruselas", tiene mas de dos metros y  medio de alto por cuatro de ancho, y fue obra de sus 28 años de edad.  La incomprensiòn del medio ante su arte lo llevò, en un momento de desaliento, a tratar de vender la totalidad de su estudio a precio de liquidaciòn.  No hubo interesados. Le sobrevino una fuerte depresiòn de la que, pasados los 30 años, ya no volviò a ser el mismo. Tampoco su pintura volviò a tener la fuerza de sus años juveniles.  Por esas cosas extrañas de la vida, al mismo tiempo que decayò su producciòn y su inspiraciòn, su obra fue adquiriendo notoridad.  Tuvo una larguìsima ancianidad colmada de honores oficiales que aceptò con displicencia y flemática ironìa.

Dejo a continuaciòn algunas de sus obras más emblemáticas, seguramente encontrarán en ellas el espìritu sarcástico de Ensor,  su mirada desalentada, la ironìa dolorosa de quien observa algo que no puede revertir, sobre lo que no puede influir y por lo que sòlo le queda el recurso del sarcasmo y la intenciòn de provocar, quizás, un leve espasmo de sorpresa, o de inquietud, o de repulsiòn,  de algo que se pareciera a una emociòn, aùn debajo de las máscaras...








                                                       James Ensor en su estudio




lunes, 26 de marzo de 2018

MARIA GAMUNDI, por la Belleza



El desnudo en el arte es sìmbolo de armonìa y exaltaciòn del cuerpo humano.  En el caso del arte escultorico hay un culto al cuerpo y refleja el esfuerzo de superacion constante del artista a la hora de la creacion de sus obras.
Es el caso de Maria Gamundi,  escultora venezolana radicada en Italia desde hace màs de 30 años. 
Luego de estudios primarios en su pais, continùo su perfeccionamiento en New York, pero fue su llegada a Pietrasanta - Italia - la que marcò un antes y un despues en su carrera.
Llegó en enero del año 1973, y nunca más se fue.
Què es Pietrasanta??  Sin duda un lugar de privilegio . Se encuentra en la Toscana italiana, entre Pisa y Carrara. y son tantas y tan buenas las montañas de mármol que se encuentran en sus alrededores que resulta barato utilizarlo en la construcciòn  por lo que, muchos escultores  han convertido a Pietrasanta en su "lugar en el mundo".-  

Tanto artistas como aficionados se dan cita allí para visitar las canteras de donde se extrae el mármol, los talleres donde se procesa, las fundiciones donde se trabaja el bronce y para realizar los cursos de escultura que se organizan. No en vano Fernando Botero fijò su lugar de residencia en PietraSanta. Es allí tambièn adonde encontramos a Maria Gamundi, absolutamente integrada a ese medio.-

Comencemos a apreciar su arte:




La figura femenina es su inspiraciòn más clara, y a ella se dedica esculpiendo sus formas redondeadas y en posturas diversas,   en figuras solitarias o en conjunto.


Si profundizamos podrìamos señalar tres vertientes que se han amalgamado en el arte de Marìa Gamundi.
Uno es el que le viene por lìnea paterna, de origen mallorquì,  raìz europea que le aporta el clasicismo y simplicidad de sus figuras.
Otro es el de la América enraizada con aportes del Pacífico, del arte oriental, del que no se puede dudar en la expresiòn de algunos pueblos del otro lado de ese Oceàno.
Pero sin duda, es el tercero el que define y hace brillar sus esculturas, y se trata de algo atemporal  y universal, que nace de lo profundo de su esencia:  la Mujer, lo Femenino.




Sus "mujeres"  trasmiten serenidad y armonìa, paz.  Independientemente de las posturas y del material con que las crea,  Ellas están para ser observadas con deleite, para seguir con la mirada sus lineas, sus profundidades.




Cuando se estudian las formas que hacen a una obra de arte,  hay quienes llegan a  exponer clasificaciones y tipologìas para definir los estilos, cosa para lo cual las esculturas son las que brindan más elementos.
Por ejemplo, en la cabeza, lugar en que se aunan muchos datos, como por ejemplo los cabellos que pueden, incluso, indicar una moda determinada de épocas diferentes.  Tambìen los ojos, desde redondos, ovalados, promimentes, con mayor o menor cantidad de detalles, desde el iris hasta el sacro lacrimal.  Y, sin duda la nariz y muy señaladamente los labios y la boca, lugar en que se fundamenta la expresiòn.




El  manejo expresivo de todas las partes del cuerpo cumplen un propòsito en el cincel del escultor. Tòrax y abdomen con destaque de los pectorales en las figuras masculinas, y los pechos en la femenina; la manera en que separa las zonas a traves de pliegues, arrugas, la grasa de la cintura, la flexibilidad de las piernas y los pies en todas sus posiciones.



Los materiales que utiliza Marìa son de excelente calidad y cada uno facilita o dificulta en franco desafio a la inspiraciòn de la artista.  El Bronce con que ha concretado varias de sus obras, es un material duradero pero el más difìcil de trabajar y  necesita la ayuda de otras técnicas como el modelado en barro o escayola. Durante treinta años, Maria fundiò sus esculturas en bronce en el famoso taller Mariani,  cinceló las piezas de mármol en los talleres de Versiliesi y luego en el de Gianonni, para recièn en el año 1999 montar su propio estudio. El aporte de toda la infraestructura artìstica de talleres y fundiciones, como otras técnicas complementarias en terracota, por ejemplo, se lo brindò  PietraSanta. Un lugar en que el arte transitaba las calles de mano de artesanos y artistas, donde existe la mayor cantidad de galerìas de arte por habitante. Un lugar mágico para una artista de sensiblidad y técnicas en perfecta armonìa.




La energia en acciòn o reposo laten en la postura de sus mujeres; aún en la quietud del mármol o el bronce, las percibimos vivas y pujantes.


Trasmiten libertad y cierta voluptuosidad que se aparta de lo eròtico, son mujeres simples en posturas que, naturales o nò,  afirman su existencia más allá de la mano que las creò.



Esta pieza se encuentra en Museum Park en Newport News, Virginia.  Desde una pequeña isla construida para ella, Selene contempla el rio James, con un hermoso parque como telón de fondo. Desde allí trasmite todo lo que Maria Gamundi ha esculpido en ella y  todo lo que el observador le vuelca con su mirada y disfrute estético.



                                                        SELENE


                                                   Marìa Gamundi

REMEDIOS VARO, subyugante


Una primera mirada sobre la obra de Remedios Varo nos remitirìa al Surrealismo. Pero es mucho más que eso.  Su obra subyuga, porque nos provoca a desentrañar los misterios que encierran,sus mensajes,sus còdigos, todo lo que expresa y que debe ser desentrañado para poder decir que, realmente, hemos "visto" o "mirado" un cuadro suyo.  No puede ser nunca una mirada indiferente, es siempre comprometedora.
Naciò Remedios en el año 1908 en Anglés, Girona, España, un 16 de diciembre, y su vida serà sacudida por  la violencia de la Guerra Civil española y, buscando paz, la encontrò la Segunda Guerra Mundial en Paris, y allí a los nazis. En 1941 marcha hacia Mexico, creyendo que era por un tiempo,  y fue para siempre; hasta su fallecimiento en 1963.-
Innegablemente influenciada por el movimiento Surrealista, su obra es testimonio de una profunda búsqueda de respuestas a grandes preguntas que marcaron su psiquis, sus emociones y sentimientos durante toda su vida.
En el Universo personal de Remedios, todo es posible;  y desde allí crea con la enorme abundancia de recursos de su mente, intentando  ordenar el caos para darle sentido a lo que la rodea.
Fueron años difìciles los de su huida de España primero y de Europa, despuès. La guerra fratricida se convirtiò en demoledora maquinaria de destrucciòn del hombre por el hombre; habia que encontrar un lugar en donde refugiarse para tomar aliento e intentar ordenar el mundo en el que deseaba vivir.
Dijo alguna vez: "No me interesa la polémica... soy sencillamente pacìfica. Necesito la paz".

Comenzamos??  Veamos:




Este cuadro lleva por nombre "Ruptura".  En primer plano una figura que desciende apartándose de un edificio cercado por altos muros. Una estructura rigurosa, de líneas rectas y colores sombrìos; una composiciòn cerrada, geométrica.  Si observamos las ventanas del edificio a espaldas del personaje, vemos rostros idénticos que la observan y papeles que salen por allí, dejando atrás tambièn a las figuras inmòviles que quedan dentro de esa estructura.  Identificar a Remedios en ese personaje que deja lo estructurado, es fácil.  Cuando abandona su paìs, tambièn deja atrás una sociedad rigurosa, plena de normas y reglas, especialmente para las mujeres. Remedios no sòlo huye de la Revoluciòn,  lo hace tambièn de las convenciones y los reglamentos, busca libertad de expresiòn,  para darle libre vuelo a su imaginaciòn, como a esos papeles que se liberan y salen volando por las ventanas, en uso de un libre albedrìo creador.
Los colores son sombrios, como del atardecer, como de la noche cercana; pero tambièn nos indican que habrá un nuevo amanecer.  Esta mujer envuelta en ropajes ceñidos, guarda la predisposiciòn de una artista que quiere vivir en consonancia con su época, cosa que buscará cruzando a Francia primero y, luego, el Atlántico para instalarse en México.
Es innegable la belleza formal de este cuadro, además de las imàgenes metafóricas que son una verdadera invitaciòn a encontrar significados profundos, verdadero reflejo de lo que fue la vida de Remedios, llena de cambios de residencia, con las distintas relaciones que tuvo.  Remedios fue una mujer que supo equilibrar en su vida la necesidad de encontrar su propia identidad, en su femeneidad, en su relacion con la naturaleza, con las ciudades que la recibieron en su exilio, todo traducido en imágenes - como la de este cuadro - que son producto innegable de meditaciòn, llevándola a instalarse en un estado de equilibrio donde confluyen la realidad, los sueños y el misticismo.



Remedios titulò esta obra "La ciencia inùtil" o "El Alquimista".  En ella observamos a una mujer sentada en el centro de la escena y otros elementos como una compleja variedad de aparatos y poleas, torres y banderas.  Una mirada apurada nos dirìa que ese sistema puede servir para recoger agua de la lluvia para guardarla en las botellas verdes de la derecha del cuadro. Pero no es asì.  Hay otra intencionalidad en este laberinto mecánico que contrasta con la simplicidad de pensar que es agua lo que está recogiendo. Observando con atenciòn, nos damos cuenta de que todo ese complejo artilugio es impulsado por una sola rueda a polea que la mujer maneja con naturalidad y sin esfuerzo.  Tanto artilugio, para què?  què nos quiere decir Remedios?? Quizás que la inutilidad de la ciencia queda manifiesta en la creaciòn de artilugios sofisticados para obtener algo tan simple y universal como el agua que cae del cielo.
Observemos ahora la vestimenta de la mujer del cuadro.  Con gran virtuosismo, Remedios logra quebrar la rigidez del damero blanco y negro del piso, para convertirlo en los pliegues de la capa que envuelve a la mujer, en una continuidad que se da sin resistencia, de manera natural y simple.  Toda la escena está cubierta por un cielo borroneado por nubes de lluvia, suaves y doradas que contrastan con las líneas del piso y del aparato de la parte inferior del cuadro.
Parece claro su mensaje, nos pide que abramos los ojos, que estemos atentos y busquemos la magia, la alquimia transformadora de  la materia.  Ella nos dice que hay otros mundos esperándonos, y otras ideas que no son preconcebidas ni nos exigen nada que  no queramos, mundos tan fáciles y amables que se les hace  funcionar con una sola mano moviendo una palanca y una polea. Y es una mujer quien lo hace...



"Cazadora de Estrellas", titulò Remedios a este cuadro. La composiciòn ubica en el centro mismo de la obra, la figura de la cazadora, una figura femenina que bien podemos identificarla con la misma pintora.
En una mano una red, y en otra una jaula con la luna apresada.  La luna es simbolo de la femeneidad y allí encerrada no es más que la representaciòn de la mujer relegada, sobre todo la mujer creadora, la artista.
La imagen y el simbolismo es dual, porque por un lado la femeneidad está apresada, pero por otro es la propia mujer - la cazadora de estrellas - quien allí la ha encerrado. Emponderamiento y sumisiòn, dos actitudes que identifican a las mujeres de su tiempo. Pero, no olvidemos un detalle muy importante, y que trata de còmo identifiquemos el rostro de la figura. Si es una mujer, la interpretaciòn es la anterior, pero... si es un hombre??  entonces cambia todo el significado, y todo se transforma en un sìmbolo de opresiòn del hombre sobre la mujer. Es esta ambiguedad lo que hace más atractiva la propuesta del cuadro, además por ser una idea que se reitera a lo largo de la producciòn artìstica de Remedios Varo.
Es interesante ese aspecto andrògino de la figura, porque de alguna manera Remedios logra un compromiso mayor del observador con su obra,  debe responsabilizarse de lo que observa y de lo que interpreta, y esa acciòn develará mucho de su psiquis, de sus convenciones y/o libertad.



"Armonia" se titula este cuadro. Cabe  recordar una frase de André Bretòn:
"Sòlo lo maravilloso es bello, no hay belleza sin lo maravilloso", porque sin duda Remedios tiene el don de hacerse sentir en sus cuadros, antes de que comencemos a comprenderlos. Y la belleza es lo primero que percibimos y luego intentaremos desentrañar el contenido, que siempre es  maravilloso y sorprendente.
Imaginemos a esta mujer buscando desesperadamente un lugar en donde vivir y crear en paz, sintièndose segura y protegida. Què cosa mejor que crear un mundo en Armonìa?? Será posible?? Para su prodigiosa imaginaciòn, representar esa armonìa creadora de mundo en paz, no fue nada dificil. Y para eso crea una figura que asimilamos como de un cientìfico, alguien que investiga y crea.  Y en este espacio cerrado pero abierto a la creaciòn, el cientìfico crea a traves de un pentagrama suspendido sobre su mesa de trabajo, ubicando en él diversos objetos que funcionarán sin discordancias de significado ni contenido, y lo harán en perfecta armonìa.El personaje está tratando de encontrar el hilo invisible que une todas las cosas en ese pentagrama de metal.  Se destaca la figura que se desprende de la pared y colabora con él, representa el azar, pero un azar objetivo, en el sentido de que se encuentra fuera de nuestro mundo, más allá de él, pero conectado con el mundo de las causas.  Esta imagen de un individuo solitario, absorto en su trabajo, dentro de una habitaciòn de techos abovedados, puertas en forma de arco y ricos suelos de madera nos trasmite la necesaria placidez del ambiente de trabajo, del entorno ambicionado por la pintora en su bùsqueda a traves de diferentes paises. En un ambiente asì, ella podrá crear, y lo hará en Armonìa, en Paz.
En el universo de Remedios no hay lugar para el horror o el espanto, la angustia  o la agresividad,  tan comunes en la época en que viviò en Europa. Por el contrario, las historias prodigiosas que nos muestra están impregnadas de armonìa y serenidad, lo que tambièn se traduce en un cromatismo sosegado, sin demasiados contrastes, nada más que lo suficientes para expresar la idea.  Son estos ambientes entonces, estos espacios de quietud y sosiego, en donde prosperará la creaciòn.

A continuaciòn dejaré varias de sus obras. Realmente es imposible intentar abarcar la totalidad de la obra de esta mujer extraordinaria, tanta riqueza tienen, tanto para desentrañar, decodificar, tanta referencia al arte de su tiempo y como objeto de las influencias de las corrientes artisticas de aquellos años.
Pero siempre es posible encontrar un punto de contacto, un aspecto del que asirnos para decir que "la conocemos",  y sin duda es la bùsqueda permanente de Remedios de respuestas,  tambièn de un espacio al que llamar "suyo".  Su arte es riquìsimo y reflejan una època de rupturas y de crisis que la hicieron sentir sin "su espacio". Por eso sus obras están muy vinculadas a la arquitectura: torres, escaleras, muros; casas en donde los pasillos, las habitaciones y las puertas muestran tanto espacios cerrados o abiertos que nos conducen a corredores y laberintos.Así fue su vida, al menos hasta que llegó a México y comenzò a reconstruirse. Y esa reconstrucciòn siempre es "desde adentro",  desde la curiosidad y la avidez por saber más de si misma y del mundo. 



"Trànsito en espiral" es el nombre de esta obra que traduce la bùsqueda espiritual de Remedios y su intento de ascender en ese sentido.  En sus pinturas las torres, los edificios, los árboles que tocan el cielo son ejemplo de esa aspiraciòn que la contacta con la arquitectura de los templos góticos.
Aqui vemos como las olas agitadas del mar intentan entrar en esa construcciòn en espiral, y sobre las que navegan unos personajes conduciendo unos vehìculos muy curiosos.  La espiral ya nos contacta con el mundo de la Antiguedad. En Egipto representaba al Cosmos en permanente movimiento, pero para Remedios esa espiral es el Tiempo, en donde cada acontecimiento tiene su lugar  en su momento, como etapas de un viaje. En el centro de la espiral, en la torre más alta, se encuentra un animal mitad caballo mitad gallo, conocido como el "hipoelectriòn",  el que todo lo ve y todo lo sabe.
Es el viaje de la exiliada en su vida real, pero tambièn la buscadora que navega en círculos buscando la verdad.  

Amigos, continùen Uds y aparte del deleite estético de la obra de Remedios, seguro encontrarán esos puntos de contacto que los compromete a desentrañar sus mensajes y la riqueza de su alma.-



                                                Mimetismo    
                                         


                                                     Mujer saliendo del psicoanalista





                                                                 Hacia la Torre



                                                                 Papilla celestial





                                                       Bordando el manto terrestre





                                                                El Malabarista





                                                                   Remedios Varo