domingo, 19 de agosto de 2018

GUSTAVE CAILLEBOTTE, mecenas y pintor




Naciò GUSTAVE CAILLEBOTTE en Paris, en agosto de 1848, y tuvo suerte... 

Paris experimentaba por aquellos dìas una profunda transformaciòn como ciudad y como sociedad, en lo artìstico y en todos los òrdenes. Era el escenario ideal para quien debìa de observar su realidad con una mirada amable y sin dramatismo,  fruto no sòlo de sus decisiones, sino por pertenecer a una familia que le evitò estrecheces econòmicas y propiciò, de ese modo, el desarrollo de sus  múltiples habilidades.
Habilidades que en lo pictòrico, sin embargo, sufriò un fuerte revés cuando en 1875 presentò su obra 
"Les rabouteurs"  (los cepilladores de parquet), la que fue rechazada de la exposiciòn de Arte de ese año, por ser "demasiado vulgar".



Los excesos del Romanticismo han quedado atràs y la moderaciòn la brinda la observaciòn de los hechos. En este cuadro en particular ese espiritu está presente y los detalles, la luz y la perspectiva parecen casi fotográficos, y sin esfuerzo casi que percibimos el ruido del raspado de la madera y el olor a cera...Además,  y como detalle muy interesante, el pintor retratra una escena del proletariado urbano.  Cumple asì con el espìritu de   las novelas realistas de Balzac, de Flaubert y Stendhal:retratar la sociedad con realismo y objetividad.
En 1876 - cabe acotar - presentò el mismo cuadro en una exposiciòn en donde los primeros razgos del Impresionismo que imperarìa poco despuès, no tuvieron  objeciòn y lo recibieron sin cuestionamientos. 
Los cuadros que siguen son aùn de su época Realista,  del que fue cultor de manera muy singular, muy a su modo y abierto tambièn a las corrientes que subyacian y que se expresaban en los escondidos ateliers de pintores bohemios y rebeldes, por lo que su obra tiene detalles que van de uno a otro movimiento con soltura y excelentes resultados.




Registraron las crònicas que el mismo Emile Zola quedò maravillado con el cuadro que sigue:


"Joven en la ventana" lleva por tìtulo, y se trata del hermano de Caillebotte quien accediò a posar frente a la ventana de la mansiòn familiar.  La figura observa a un Parìs en plena ebulliciòn urbanìstica y artìstica, firmemente plantado sobre sus piernas y su figura reflejada en el cristal de la ventana. Caillebotte maneja con maestrìa el contraste lumìnico entre el exterior y el interior de la escena, y ese contraste es el que impacta al observador quien, perfectamente, puede ubicarse en la misma perspectiva del modelo e imaginar los ruidos, las voces, el rumor de la ciudad entrando por el ventanal.  Esta obra fue aceptada sin objeciones en la Exposiciòn de los Impresionistas en 1876.


"Efecto de lluvia" se llama esta obra, y ya el tìtulo nos está provocando. Observemos la perspectiva diagonal de la escena,  y la lluvia que lo es en los cìrculos que hacen las gotas al caer sobre la superficie del rio.
Eso sòlo ya nos habla de "efecto",  de "impresiòn"... de algo que el artista observa y plasma su "efecto" pero nò lo que lo provoca.  Razgo tìpico de los impresionistas al representar escenas de la Naturaleza, aliados de la luz y del color, del trazo y lo que insinùa.  Sin figuras humanas a la vista, apenas se le insinùa en la barca sobre la orilla opuesta del rio Yerres, que de él se trata!, a cuya ribera se encontraba una de las propiedades de la familia Caillebotte.
Les invito al deleite, observen:





Escenas de la ciudad que ya se perfilaba como la capital de Europa por su belleza urbanìstica, sus edificios, sus puentes...


En 1876 pintò "El puente de Europa". Una escena de cotidianeidad, en donde los rostros no son destacables y las figuras representan a parisinos comunes, tanto como ese perrito que se cuela en la escena para darle más vitalismo y naturalidad.  En estas fechas los cuadros de Caillebotte eran aceptados en las Exposiciones de Pintores Impresionistas sin reparos,  pero desdeñados por las exposiciones oficiales aùn apegadas a los viejos modos del realismo pictòrico.
Dueño de gran fortuna, fue un mecenas para sus amigos y conocidos, entre los cuales citamos a Renoir y Monet, beneficiados por la financiaciòn de exposiciones a la que acudian y dejaban su impronta en uno de los Movimientos artistìcos más maravillosos de la Historia del Arte.



Escenas intimistas, tanto interiores como exteriores, muestra su interés sin distinciòn de clase social, y plasma tanto a la clase alta como a los obreros en sus tareas o en su descanso, paseos por plácidos parques, o señoras en su tocador son tratados casi como con una lente fotográfica.-
Pero los Impresionistas ya lo habian aceptado en sus filas, y muchos cuadros no niegan su entusiasta adhesiòn ...






... y dejo para el final el que más me ha gustado:


Paris bajo la lluvia...atmòsfera y sensaciones que se trasmiten, evocadoras y nostálgicas...

(Agradezco a Trianart, maravilloso blog, del que he tomado las reproducciones de los cuadros )

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